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23 de marzo de 2016


Lecturas y Evangelio del Día

MIÉRCOLES SANTO



ANTIFONA DE ENTRADA     Flp 2, 10. 8. 11
Que al nombre de Jesús, toda rodilla se doble, en el cielo, en la tierra y en los abismos, porque el Señor se hizo obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Jesucristo es el Señor para gloria de Dios Padre.

ORACIÓN COLECTA
Padre misericordioso, que para librarnos del poder del enemigo quisiste que tu hijo sufriera por nosotros el suplicio de la cruz, concédenos alcanzar la gracia de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.

PRIMERA LECTURA
No he sustraído mi rostro a los insultos y salivazos.
Del libro del profeta Isaías 50, 4-9
En aquel entonces, dijo Isaías: "El Señor me ha dado una lengua experta, para que pueda confortar al abatido con palabras de aliento.

Mañana tras mañana, el Señor despierta mi oído, para que escuche yo, como discípulo. El Señor Dios me ha hecho oír sus palabras y yo no he opuesto resistencia, ni me he echado para atrás.

Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, la mejilla a los que me tiraban de la barba. No aparté mi rostro a los insultos y salivazos.

Pero el Señor me ayuda, por eso no quedaré confundido, por eso endureció mi rostro como roca y sé que no quedaré avergonzado. Cercano está de mí el que me hace justicia, ¿quién luchará contra mí? ¿Quién es mi adversario? ¿Quién me acusa? Que se me enfrente. El Señor es mi ayuda, ¿quién se atreverá a condenarme?
Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 68
R. Por tu bondad, Señor, socórreme.

Por ti he sufrido injurias
y la vergüenza cubre mi semblante.
Extraño soy y advenedizo,
aun para aquellos de mi propia sangre:
pues me devora el celo de tu casa,
el odio del que te odia, en mí recae. R.

La afrenta me destroza el corazón y desfallezco.
Espero compasión y no la hallo:
Busco consoladores y no los encuentro.
En mi comida me echaron hiel,
para mi sed me dieron vinagre. R.

En mi cantar exaltaré tu nombre,
proclamaré tu gloria, agradecido.
Se alegrarán al verlo los que sufren,
quienes buscan a Dios tendrán más ánimo,
porque el Señor jamás desoye al pobre,
ni olvida al que se encuentra encadenado. R.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Señor Jesús, Rey nuestro, para obedecer al Padre, quisiste ser llevado a la cruz como manso cordero al sacrificio. R.

EVANGELIO
¡Ay de aquel por quien el Hijo del hombre va a ser entregado!
Del santo Evangelio según san Mateo 26, 14-25

En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los sumos sacerdotes y les dijo: ¿Cuánto me dan si les entrego a Jesús?" Ellos quedaron en darle treinta monedas de plata. Y desde ese momento andaba buscando una oportunidad para entregárselos.

El primer día de la fiesta de los panes Ázimos, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: "¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?" Él respondió: "Vayan a la ciudad, a casa de fulano y díganle: `El Maestro dice: Mi hora está ya cerca. Voy a celebrar la Pascua con mis discípulos en tu casa'. Ellos hicieron lo que Jesús les había ordenado y prepararon la cena de Pascua.

Al atardecer, se sentó a la mesa con los Doce y mientras cenaban, les dijo: "Yo les aseguro que uno de ustedes va a entregarme". Ellos se pusieron muy tristes y comenzaron a preguntarle uno por uno: "¿Acaso soy yo, Señor?" Él respondió: "El que moja su pan en el mismo plato que yo, ése va a entregarme. Porque el Hijo del hombre va a morir, como está escrito de Él; pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre va a ser entregado! Más le valiera a ese hombre no haber nacido". Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: "¿Acaso soy yo Maestro?" Jesús le respondió: "Tú lo has dicho".
Palabra del Señor.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los dones que te presentamos y concédenos que la pasión de tu Hijo, que celebramos en este sacramento, fructifique plenamente en nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTIFONA DE LA COMUNIÓN     Mt 20,28
El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida para redención de todos.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor, Dios nuestro, creer profundamente que por la muerte temporal de tu Hijo, proclamada en estos santos misterios, tú nos has dado la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Dios y Padre nuestro, concede a tu pueblo frecuentar los sacramentos pascuales y esperar con vivo deseo los bienes futuros para que, manteniéndose fiel a los santos misterios de los que ha renacido, se sienta impulsado por ellos a una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor.



COMENTARIO

SANTA TERESA BENEDICTA DE LA CRUZ [EDITH STEIN] (1891-1942), CARMELITA DESCALZA, MÁRTIR, COPATRONA DE EUROPA. LA ORACIÓN DE LA IGLESIA.

«¿DÓNDE QUIERES QUE TE PREPAREMOS LA CENA DE PASCUA?»

Conocemos por los relatos evangélicos que Cristo oraba como oraba un judío creyente y fiel a la Ley... Que rezó las antiguas oraciones de bendición, que todavía hoy se rezan sobre le pan, el vino y los frutos de la tierra nos lo atestigua el relato de su última cena con sus discípulos, que estuvo dedicada al cumplimiento de uno de los más sagrados deberes religiosos: a la solemne cena pascual, a la conmemoración de la liberación de la esclavitud de Egipto. Y quizás nos ofrece, precisamente esta cena, la visión más profunda de la oración de Cristo y la clave para entender la oración de la Iglesia...

La bendición y la distribución del pan y del vino eran parte del rito de la cena pascual. Pero ambas reciben aquí un sentido completamente nuevo. Con ellas comienza la vida de la Iglesia. Sin duda, será a partir de Pentecostés cuando aparezca abiertamente como comunidad llena de espíritu y visible. Pero es aquí, en la Cena pascual, cuando tiene lugar el injerto de los sarmientos en la cepa que hace posible la efusión del Espíritu. Las antiguas oraciones de bendición se han convertido en boca de Cristo en palabra creadora de vida. Los frutos de la tierra se han convertido en su carne y sangre, llenos de vida... La comida pascual de la Antigua Alianza se ha convertido en la comida pascual de la Nueva Alianza.






COMENTARIO

SANTA CATALINA DE SIENA (1347-1380), TERCIARIA DOMINICA, MÍSTICA, DOCTORA DE LA IGLESIA, COPATRONA DE EUROPA. DIÁLOGO 37.

EL DESESPERO DE JUDAS.

“Judas se arrepintió y devolvió las treinta monedas de plata a los sumos sacerdotes y ancianos, diciendo: -He pecado entregando a este hombre inocente.- Ellos le replicaron: “¿A nosotros, qué nos importa? Tú verás.” El fue y se ahorcó” (cf Mt 27,3-5)

Dios le dijo a Santa Catalina: -El pecado imperdonable, en este mundo y en el otro, es aquel que despreciando mi misericordia no quiere ser perdonado. Por esto lo tengo por el más grave, porque el desespero de Judas me entristeció más a mí mismo y fue más doloroso para mi Hijo que su misma traición. Los hombres serán condenados por este falso juicio, que les hace creer que su pecado es más grande que mi misericordia... Serán condenados por su injusticia, cuando se lamentan de su suerte más que de la ofensa que me hacen a mí.

Porque esta es su injusticia: no me devuelven lo que me pertenece, ni se conceden a ellos mismos lo que les pertenece. A mí me deben amor, el arrepentimiento de su falta y la contrición; me los han de ofrecer a causa de sus faltas, pero hacen justo lo contrario. No tienen amor y compasión más que por ellos mismos, ya que no saben más que lamentarse sobre los castigos que les esperan. Ya ves, cometen una injusticia y por esto quedan doblemente castigados, por haber menospreciado mi misericordia.

Fr. Nelson Medina, O.P.






COMENTARIO

SAN AGUSTÍN (354-430), OBISPO DE HIPONA (ÁFRICA DEL NORTE) Y DOCTOR DE LA IGLESIA. SERMÓN SOBRE EL EVANGELIO DE JUAN, N° 27, § 10.

SACAR EL BIEN DEL MAL, LA JUSTICIA DE LA INJUSTICIA

¿Acaso no os he escogido yo a vosotros, los Doce? Y uno de vosotros es un diablo (Jn 6,70). El Señor debió decir: " Escogí once "; ¿acaso escogió a un demonio, un demonio está entre los elegidos?... ¿Diremos que escogiendo a Judas, el Salvador quiso cumplir por él, contra su voluntad, sin que lo supiera, una obra tan grande y buena? Esto es lo propio de Dios: hacer servir para el bien las obras malas de los malos...

El malvado hace servir para el mal todas las buenas obras de Dios; el hombre de bien, al contrario, hace servir para el bien las malas acciones de los malvados. ¿Y quién es más bueno que Dios? El Señor mismo lo dice: " Nadie es bueno, si no solo Dios " (Mc 10,18)...

¿Quién es peor que Judas? Entre todos los discípulos del Maestro, entre los Doce, él es el escogido para tener la bolsa y ocuparse de los pobres (Jn 13,19). Pero después de tal beneficio, es él quien percibe dinero para entregar al que es la Vida (Mt 26,15); persiguió como enemigo al que había seguido como discípulo... Pero el Señor hizo servir para el bien un gran crimen . Aceptó ser traicionado para rescatarnos: el crimen de Judas fue cambiado en bien.

¿A cuántos mártires persiguió Satanás? Pero si no lo hubiera hecho, no celebraríamos hoy su triunfo... El malvado no puede contrariar la bondad de Dios. Tiene como bueno ser artesano del mal, el Artesano supremo no permitiría la existencia del mal, si no supiera servirse de eso para que todo concurra al bien.