Inicio Noticias de la Iglesia Espiritualidad Liturgia Biblia Conoce y defiende tu fe
Historia de la Iglesia Las Vidas de los Santos Lecturas de la Santa Misa María Radio Catedral Libros

23 de agosto de 2017


Lecturas de la Santa Misa

MIÉRCOLES DE LA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
FERIA



ANTÍFONA DE ENTRADA     Cfr. Sal 73, 20. 19. 22. 23
Acuérdate, Señor de tu alianza y no abandones sin remedio la vida de tus pobres. Levántate, señor, defiende tu causa y no olvides los ruegos de aquellos que te imploran.

ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que en tu inescrutable providencia quieres asociar a tu Iglesia a la pasión de tu Hijo, concede a tus fieles que son perseguidos a causa de tu nombre, el espíritu de paciencia y caridad, para que sean hallados testigos fieles y veraces de tus promesas. Por nuestro Señor Jesucristo...

PRIMERA LECTURA
Ustedes dijeron: "Que reine un rey sobre nosotros", siendo así que su rey es el Señor.
Del libro de los Jueces: 9, 6-15
En aquellos días, se reunieron todos los hombres de Siquem y todas las familias de Bet-Mil-Lo y proclamaron rey a Abimélek, junto a la encina de la piedra memorial que hay en Siquem.
Se lo anunciaron a su hermano Jotam, quien subió a la cumbre del monte Garizim, y desde ahí levantó la voz y clamó: "Escúchenme hombres de Siquem, y que Dios los escuche a ustedes.
Una vez los árboles fueron a buscarse un rey. Le dijeron al olivo: 'Sé nuestro rey'. Pero el olivo les respondió: '¿Voy a renunciar al aceite que utilizan los dioses y los hombres, para ir a presumir por encima de los árboles?' Entonces, los árboles le dijeron a la higuera: 'Ven a ser nuestro rey'. La higuera les respondió: '¿Voy a renunciar a mis dulces y sabrosos frutos, para ir a presumir por encima de los árboles?' Le dijeron luego los árboles a la vid: 'Ven a ser nuestro rey'. La vid les respondió: '¿Voy a renunciar a mi vino, que alegra a los dioses y a los hombres, para ir a presumir por encima de los árboles?'
Finalmente, todos los árboles le dijeron a la zarza: `Ven a ser nuestro rey'. La zarza les respondió: 'Si de veras quieren hacerme su rey, vengan a descansar bajo mi sombra. Pero si no es así, que brote fuego de la zarza y devore a los cedros del Líbano' ".
Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 20,2-3. 4-5. 6-7
R/. De tu poder, Señor, se alegra el rey.

De tu poder, Señor, se alegra el rey,
se alegra con el triunfo que le has dado.
Le otorgaste lo que él tanto anhelaba,
no rechazaste el ruego de sus labios. R/.

Lo colmaste, Señor, de bendiciones,
con oro has coronado su cabeza.
La vida te pidió, tú se la diste,
una vida por siglos duradera. R/.

Tu victoria, Señor, le ha dado fama,
lo has cubierto de gloria y de grandeza.
Sin cesar le concedes tus favores
y lo colmas de gozo en tu presencia. R/.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
Hb 4, 12
La palabra de Dios es viva y eficaz y descubre los pensamientos e intenciones del corazón. R/.

EVANGELIO
¿Vas a tenerme rencor porque yo soy bueno?
Del santo Evangelio según san Mateo: 20, 1-16

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: "El Reino de los cielos es semejante a un propietario que, al amanecer, salió a contratar trabajadores para su viña. Después de quedar con ellos en pagarles un denario por día, los mandó a su viña. Salió otra vez a media mañana, vio a unos que estaban ociosos en la plaza y les dijo: 'Vayan también ustedes a mi viña y les pagaré lo que sea justo'. Salió de nuevo a medio día y a media tarde e hizo lo mismo.
Por último, salió también al caer la tarde y encontró todavía a otros que estaban en la plaza y les dijo: '¿Por qué han estado aquí todo el día sin trabajar?' Ellos le respondieron: 'Porque nadie nos ha contratado'. Él les dijo: `Vayan también ustedes a mi viña'.
Al atardecer, el dueño de la viña le dijo a su administrador: 'Llama a los trabajadores y págales su jornal, comenzando por los últimos hasta que llegues a los primeros'. Se acercaron, pues, los que habían llegado al caer la tarde y recibieron un denario cada uno.
Cuando les llegó su turno a los primeros, creyeron que recibirían más; pero también ellos recibieron un denario cada uno. Al recibirlo, comenzaron a reclamarle al propietario, diciéndole: 'Esos que llegaron al último sólo trabajaron una hora, y sin embargo, les pagas lo mismo que a nosotros, que soportamos el peso del día y del calor'.
Pero él respondió a uno de ellos: 'Amigo, yo no te hago ninguna injusticia. ¿Acaso no quedamos en que te pagaría un denario? Toma, pues, lo tuyo y vete. Yo quiero darle al que llegó al último lo mismo que a ti. ¿Qué no puedo hacer con lo mío lo que yo quiero? ¿O vas a tenerme rencor porque yo soy bueno?'
De igual manera, los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos".
Palabra del Señor.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, nuestras humildes oraciones y ofrendas, y concede a cuantos padecen persecución de los hombres, por servirte fielmente, que se alegren de estar asociados al sacrificio de tu Hijo Jesucristo y sepan que sus nombres están escritos en el cielo, entre aquellos que están elegidos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN     Mt 5, 11-12
Dichoso serán ustedes cuando los injurien, los persigan y digan cosas falsas de ustedes por causa mía, dice el Señor. Alégrense y salten de contento porque su premio será grande en los cielos.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por la fuerza de este sacramento, Señor, fortalece en la verdad a tus siervos y concede a aquellos fieles que se hallan en la tribulación que, cargando su cruz detrás de tu Hijo, puedan, en medio de las adversidades, gloriarse sin cesar del nombre de cristianos. Por Jesucristo, nuestro Señor.



COMENTARIO

SAN GREGORIO MAGNO (V. 540-604), PAPA Y DOCTOR DE LA IGLESIA (HOMILÍAS SOBRE EL EVANGELIO N°19)

«ID TAMBIÉN VOSOTROS A MI VIÑA»

El Señor no cesa en ningún momento de enviar obreros para cultivar su viña: por medio de los patriarcas, luego de los doctores de la Ley y los profetas, y por último, los apóstoles, trabajaba, en cierto modo, cultivando su viña por medio de sus trabajadores. Todos aquellos que, a una fe recta, se unen las buenas obras han sido los obreros de esta viña...

Los trabajadores del principio del día, de la tercera, de la sexta y de la novena hora representan, pues, el antiguo pueblo hebreo, que, se aplica... desde el comienzo del mundo, a dar culto a Dios con una fe recta, y por tanto, no ha cesado, por así decirlo, de trabajar en el cultivo de la vid. Pero a la 11ª hora, son llamados los paganos, y es a ellos a quienes se destinan estas palabras: "¿por qué habéis estado allí, toda la jornada, sin hacer nada? " pues a lo largo de mucho tiempo, los paganos se habían descuidado de trabajar para la vida eterna, y estaban ahí, en cierta forma, toda la jornada, sin hacer nada. Pero observad, hermanos, lo que responden a la pregunta que se les ha planteado: «porque nadie nos ha contratado». En efecto, ningún patriarca, ni ningún profeta habían llegado a ellos. Y ¿qué quiere decir: "nadie nos ha contratado para trabajar" sino: "nadie nos ha predicado el camino de la vida «?

Pero nosotros, ¿qué excusa pondremos, si no hacemos buenas obras? Recordemos que hemos recibido la fe, al salir del seno de nuestra madre, escuchado las palabras de vida desde nuestra cuna, y fueron las ubres de la santa Iglesia el alimento de la doctrina celestial al mismo tiempo que la leche materna.





COMENTARIO

SAN EFRÉN (C. 306-373), DIÁCONO EN SIRIA, DOCTOR DE LA IGLESIA. DIATESSARON, 15, 15-17

«¿ES QUE NO TENGO LIBERTAD PARA HACER LO QUE QUIERA EN MIS ASUNTOS?»

Estos hombres querían trabajar pero «nadie les había contratado»; eran trabajadores, pero sin hacer nada por falta de trabajo y de amo. Seguidamente, una voz les ha contratado, una palabra los ha puesto en camino y, en su celo, no ajustaron el precio de su trabajo como lo habían hecho los primeros. El amo ha evaluado su trabajo con prudencia y les ha pagado tanto como a los demás. Nuestro Señor pronunció esta parábola para que nadie diga: «Puesto que no fui llamado cuando era joven, no puedo ser recibido». Enseñó que, sea cual sea el momento de su conversión, todo hombre es acogido. [...] Salió al amanecer, a media mañana, hacia mediodía y a media tarde, y al caer la tarde»: con lo cual da a entender desde el inicio de su predicación, después a lo largo de su vida, hasta la cruz porque es «a la hora undécima» que el ladrón entró en el Paraíso (Lc 23,43). Para que nadie se queje del ladrón, Nuestro Señor afirma su buena voluntad; si le hubieran contratado antes, hubiera trabajado: «Nadie nos ha contratado».

Lo que damos a Dios es muy poco digno de él y lo que nos da es muy superior a nosotros. Se nos contrata para un trabajo proporcionado a nuestras fuerzas, pero se nos propone un salario mucho mayor que el que merece nuestro trabajo. [...] Se trata de la misma manera a los primeros que a los últimos; «recibieron un denario cada uno» que llevaba la imagen del Rey. Todo esto significa el pan de vida (Jn 6, 35) que es el mismo para todos; es único el remedio de vida para los que lo comen. En el trabajo de la viña no se puede reprochar al amo su bondad, y nada hay que decir de su rectitud. Según su rectitud da tal como estaba convenido, y según su bondad, muestra su misericordia como quiere. Es para darnos esta enseñanza que nuestro Señor dijo esta parábola, y la resumió con estas palabras: «¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos?






COMENTARIO

SAN CIRILO DE JERUSALÉN (313-350, OBISPO DE JERUSALÉN Y DOCTOR DE LA IGLESIA. CATEQUESIS BAUTISMAL, 13.

EL HOMBRE DE LA HORA UNDÉCIMA

Uno de los ladrones crucificados con Jesús exclamó: «¡Acuérdate de mi, Señor! Es ahora que me dirijo a ti... No te voy a decir mis obras porque me hacen temblar. Cualquier hombre se siente bien dispuesto hacia su compañero de camino, y aquí me tienes como compañero de camino hacia la muerte. Acuérdate de mi, tu compañero de viaje, no ahora, sino cuando llegues a tu Reino» (Lc 24,42).

¿Cuál es el poder que te ha iluminado, buen ladrón? ¿Quién te ha enseñado a adorar así al que es despreciado y crucificado contigo? ¡Oh luz eterna que iluminas a los que viven en tinieblas (Lc 1,79)! «Ánimo... En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso, puesto que hoy has escuchado mi voz y no se te ha endurecido el corazón (Sl 94,8). Porque Adán desobedeció, pronto fue expulsado del huerto del paraíso... Tú que hoy obedeces a la fe, hoy serás salvado. Para Adán, el árbol fue ocasión de caída; a ti, el árbol te hace entrar en el paraíso...

Oh gracia inmensa e inexpresable: Abraham, el fiel por excelencia, no había todavía entrado cuando entra el ladrón. Pablo se siente lleno de estupor y dice: «¡Allí donde creció el pecado, más desbordante fue la gracia!» (Rm 5,20). Los que habían trabajado todo el día, no habían entrado todavía en el Reino, y a él, el hombre de la hora undécima, se le admite sin hacerle esperar. Que nadie murmure contra el dueño: «No hago ninguna injusticia a nadie. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos?» El ladrón quiere ser justo..., me basta su fe... Yo, el pastor, he encontrado la oveja perdida, y la cargo sobre mis hombros (Lc 15,5) porque ella me ha dicho: «Me he equivocado, pero acuérdate de mi, Señor, cuando llegues a tu Reino».