9 de octubre de 2014
Lecturas y Evangelio del Día
JUEVES DE LA SEMANA 27 DEL TIEMPO ORDINARIO
FERIA
PRIMERA LECTURA
De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 3, 1-5
¿Han recibido el Espíritu Santo por haber hecho lo que manda la ley de Moisés o por haber creído en el Evangelio?
¡Insensatos gálatas! ¿Quién los ha ofuscado para que no le hagan caso a la verdad, siendo así que les hemos presentado vivamente a Jesucristo clavado en la cruz?
Sólo quiero preguntarles una cosa: ¿Han recibido el Espíritu Santo por haber hecho lo que manda la ley de Moisés o por haber creído en el Evangelio? ¿Tan insensatos son ustedes, que, habiendo comenzado movidos por el Espíritu, quieren terminar haciendo obras meramente humanas? ¿Han recibido en vano tantos favores? Espero que no. Vamos a ver: cuando Dios les comunica el Espíritu Santo y obra prodigios en ustedes, ¿lo hace porque ustedes han cumplido lo que manda la ley de Moisés, o porque han creído en el Evangelio?
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
De Lucas 1
R/. Bendito sea el Señor, Dios de Israel.
El Señor ha hecho surgir en favor nuestroun poderoso salvador en la casa de David, su siervo.
Así lo había anunciado desde antiguo,
por boca de sus santos profetas. R/.
Anunció que nos salvaría de nuestros enemigos
y de las manos de todos los que nos aborrecen,
para mostrar su misericordia a nuestros padres,
y acordarse de su santa alianza. R/.
El Señor juró a nuestro padre Abraham concedernos que,
libres ya de nuestros enemigos, lo sirvamos sin temor,
en santidad y justicia, delante de él,
todos los días de nuestra vida. R/.
EVANGELIO
Del santo Evangelio según san Lucas: 11, 5-13
Pidan y se les dará.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Supongan que alguno de ustedes tiene un amigo que viene a medianoche a decirle: 'Préstame, por favor, tres panes, pues un amigo mío ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle'. Pero él le responde desde dentro: 'No me molestes. No puedo levantarme a dártelos, porque la puerta ya está cerrada y mis hijos y yo estamos acostados'. Si el otro sigue tocando, yo les aseguro que, aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo, por su molesta insistencia, sí se levantará y le dará cuanto necesite.
Así también les digo a ustedes: Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, toquen y se les abrirá. Porque quien pide, recibe; quien busca, encuentra, y al que toca, se le abre. ¿Habrá entre ustedes algún padre que, cuando su hijo le pida pescado, le dé una víbora? ¿O cuando le pida huevo, le dé un alacrán?
Pues, si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más el Padre celestial les dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan?"
Palabra del Señor.
JUAN TAULER (V. 1300-1361), DOMINICO EN ESTRASBURGO SERMÓN 17, PARA EL LUNES ANTES DE LA ASCENSIÓN
DÁNOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA ( MT 6,11)
Debemos considerar para qué y cómo debemos rezar. Cuando el hombre quiere entregarse a la oración, debe ante todo volver su corazón al interior, recordarle el vagabundeo y las disipaciones donde se extraviaba, y entonces caer con gran humildad a los pies de Dios y pedirle generosamente limosna ; llamar a la puerta del corazón del Padre y mendigar su pan, es decir la caridad... Debemos luego rogar a Dios que nos conceda y nos enseñe a pedir aquello que más le place de nuestra oración y lo que será más útil para nosotros...
Todos los hombres no pueden rezar en espíritu, entonces estos deben recurrir a la oración vocal. En este caso, te dirigirás a nuestro Señor con las palabras más amables, más amistosas y más afectuosas que puedas imaginar, y esto excitará también tu caridad y tu corazón. Pide al Padre celeste que, por su Hijo único, se te de,él mismo, como objeto de tu oración, del modo más agradable. Y cuando hayas encontrado una forma de oración que, más que otras, te guste y encienda tu devoción, guardala y dale tus preferencias... Hay que llamar a la puerta con una diligencia perseverante, porque " el que persevera obtendrá la corona " (cf Mt 10,22; 2Tm 2,5)... " ¡ Si vosotros que sois malos, sabeis dar cosas buenas a vuestros hijos, cuánto más el Padre del cielo les dará el Espíritu Santo a los que se lo piden!