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27 de septiembre de 2014


Lecturas y Evangelio del Día

MEMORIA DE SAN VICENTE DE PAÚL, PRESBÍTERO

PRIMERA LECTURA

Del libro del Eclesiastés (Cohélet): 11, 9-12, 8

Acuérdate de tu Creador en tus años jóvenes, antes de que el polvo vuelva a la tierra y el espíritu vuelva a Dios.

Alégrate, joven, durante tu juventud, disfruta de corazón tus años jóvenes. Sigue el camino que te indique el corazón y lo que deleita a tus ojos. Pero no olvides que de todo ello Dios te pedirá cuentas. Aleja de tu corazón la tristeza y de tu cuerpo el sufrimiento; pero recuerda que los placeres de la juventud son cosas que se acaban.

Acuérdate de tu Creador en tus años jóvenes, antes de que vengan los días amargos y se te echen encima los años en que dirás: "No hallo gusto en nada". Antes de que se nuble la luz del sol, la luna y las estrellas, y retornen las nubes tras la lluvia. Cuando tiemblen los guardias de la casa y se dobleguen los valientes. Cuando las que muelen sean pocas y dejen de trabajar y las que miran por las ventanas se queden ciegas. Cuando las puertas de la calle se cierren y se apague el ruido del molino. Cuando enmudezca el canto de las aves y cesen todas las canciones. Cuando den miedo las alturas y los peligros del camino.

Cuando florezca el almendro y se arrastre la langosta y no dé gusto la alcaparra, porque el hombre se va a su eterna morada y circulan por la calle los dolientes.

Antes de que se rompa el cordón de plata, antes de que se quiebre la lámpara de oro, antes de que se haga añicos el cántaro junto a la fuente, antes de que se caiga la polea dentro del pozo, antes de que el polvo vuelva a la tierra, a lo que era, y el espíritu vuelva a Dios, que es quien lo ha dado.

Todas las cosas, absolutamente todas, dice Cohélet, son vana ilusión.

Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 89

R/. Tú eres, Señor, nuestro refugio.

Tú, Señor, haces volver al polvo a los humanos,
diciendo a los mortales que retornen.
Mil años son para ti como un día, que ya pasó;
como una breve noche. R/.

Nuestra vida es tan breve como un sueño;
semejante a la hierba,
que despunta y florece en la mañana
y por la tarde se marchita y se seca. R/.

Enséñanos a ver lo que es la vida
y seremos sensatos.
¿Hasta cuándo, Señor, vas a tener compasión de tus siervos?
¿Hasta cuándo? R/.

Llénanos de tu amor por la mañana
y júbilo será la vida toda.
Que el Señor bondadoso nos ayude
y dé prosperidad a nuestras obras. R/.


EVANGELIO

Del santo Evangelio según san Lucas: 9, 43-45

El Hijo del hombre va a ser entregado. - Tenían miedo de preguntarle acerca de este asunto.

En aquel tiempo, como todos comentaban, admirados, los prodigios que Jesús hacía, éste dijo a sus discípulos:

"Presten mucha atención a lo que les voy a decir: El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres".

Pero ellos no entendieron estas palabras, pues un velo les ocultaba su sentido y se las volvía incomprensibles. Y tenían miedo de preguntarle acerca de este asunto.

Palabra del Señor.




COMENTARIO

SAN BASILIO (HACIA 330-379), MONJE Y OBISPO DE CESAREA, EN CAPADOCIA, DOCTOR DE LA IGLESIA (HOMILÍA SOBRE LA HUMILDAD, 5-6 )

«AL HIJO DEL HOMBRE LO VAN A ENTREGAR EN MANOS DE LOS HOMBRES»

«El que se enaltece será humillado, el que se humilla será enaltecido» (Mt 23,12)... Imitemos al Señor que descendió del cielo y llegó a lo más bajo y, a cambio, ha sido elevado a lo más alto tal como convenía. Descubramos lo que el Señor nos enseña para que lleguemos a la humildad.

Recién nacido lo encontramos en una gruta, acostado no en una cuna sino en un establo. En la casa de un constructor y una madre sin recursos, se somete a su madre y a su esposo. Se deja enseñar, escuchando lo que no tenía ninguna necesidad, preguntaba, pero de manera que a través de sus preguntas, todos se sorprendían de su sabiduría. Se sometió a Juan, y el Maestro recibe el bautismo de su siervo. Jamás puso resistencia a los que iban contra él, y no dio pruebas de su poder invencible para librarse de las manos de los que le encadenaban, sino que dejó hacer, como si no tuviera poder y, en la medida que juzgó buena, hizo que tuvieran sobre él un poder efímero. Compareció ante el sumo sacerdote como acusado; conducido ante el gobernador, se sometió a su juicio, y cuando hubiera podido dar una respuesta adecuada a sus calumniadores, en silencio soportó sus calumnias. Cubierto por los salivazos de los esclavos y siervos indignos, al final fue entregado a la muerte, a una muerte infame a los ojos de los hombres. Es así como transcurrió su vida de hombre desde el nacimiento hasta la muerte. Pero después de un anonadamiento tal, hizo que estallara su gloria... Imitémosle para poder llegar,nosotros también, a la gloria eterna.